Nada fácil ha sido para la industria aérea el uso de combustibles sustentables, aún recuerdo que en 2011 la novedosa aerolínea de bajo costo Interjet invitó a un grupo de periodistas, de la mano de Airbus, a realizar su primer vuelo con biocombustible. 

Ese día la aeronave A320 despegó del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), con destino al Aeropuerto Ángel Albino Corzo, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, impulsado por dos motores CFM que usaban 30 por ciento de un combustible producido a través de “jetropha” —planta nativa del sur de México—, el discurso era que para 2050 la industria aeronáutica reduciría sus emisiones de carbono (CO2) hasta 50 por ciento. Hoy, el tiempo alcanzóa Interjet y sus malas decisiones la tienen en Concurso Mercantil para conciliar con acreedores 40 mil millones de pesos. 

Destaco lo anterior ya que la otra aerolínea de bajo costo, Volaris, que capitanea Enrique Beltranena, anunció su primer vuelo con combustible sustentable (SAF, por sus siglas en ingles).La compañía recibió su primer avión —A320neo—, el cual realizó un vuelo de prueba con una distancia de dos mil 700 kilómetros entre las ciudades de Hamburgo, Alemania, a Reikiavik, Islandia. A diferencia del biocombustible que usó Interjet, el SAF que utilizó Volaris se elabora con desechos domésticos y otros residuos.

El compromiso de la industria aérea a nivel internacional es descarbonizar los procesos de propulsión en el menor tiempo posible, la tarea no ha sido sencilla. 

Profesores y estudiantes de la Universidad de San Buenaventura de Cali, Colombia, conocieron la innovación, tecnología y prácticas que la empresa Kekén, al mando de Claudio Freixes, integra en su iniciativa ambiental Meta Descarga Cero 2025, orientada al ahorro y reutilización del agua en sus procesos, durante su visita a la granja “Kinchil”, en Maxcanú. 

Los estudiantes conocieron la infraestructura para reuso del vital líquido por medio de sistemas de tratamiento de aguas residuales en el complejo, según se informó en un comunicado. “La visita le puede cambiar la perspectiva a las personas de lo que se dice en los medios. Nos vamos gratamente impresionados por el manejo del agua que realizan, constatando que sí se hace el tratamiento”, recalcó Roberto Díaz Valencia, docente de la Universidad Vizcaya, en la capital yucateca. La comitiva observó los equipos enfocados a recirculación del recurso natural, así como la separación de sólidos donde se genera el abono sustentable para respaldo de agricultores, apoyo a apicultores y espacios para producción de miel, además de informarse sobre las medidas de bioseguridad para mantener un alto control sanitario.

POR JAIME NÚÑEZ JAIME_NP@YAHOO.COM @JANUPI